Villa de Grado - Asturias - España

Moscón

 

radiciones y ostumbres

FESTEJOS DE SAN PELAYO: 5-6 Y 7 DE JULIO DE 1980

DÍA 5-. (SÁBADO). A las cuatro de la tarde con una gran salve de cohetes darán comienzos los festejos

Tarde y Noche: Orquestas

-PLAYER´S (Ferrol) Y MAGOS DE ESPAÑA (Vigo)

Desde las cinco de la tarde corderos a la estaca. En el campo de la romería, el vino gratis.

¡¡ ESCAPATE A SAN PELAYO UNA DISCULPA PARA PASARLO BIEN!!

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DÍA 6-. (DOMINGO). Al amanecer gaiteros y tamborileros, a la xente de toa la villa despertarán:

ASÍ EMPIEZA LA FIESTA DEL GRAN DÍA 

A lasa 12:30 misa solemne en el campo de la Romería, cantada en asturiano por el Coro San Andrés de El Entrego.

A continuación sesión VERMOUTH

Tarde y Noche: Orquestas: PLAYER´S (Ferrol) y MAGOS DE ESPAÑA (Vigo)

De 9.15 a 11.30 noche

Y COMO ATRACCIÓN INTERNACIONAL 

¡¡ ROCÍO DURCAL!!

CON SU MARIACHI DE MÉXICO 

DÍA 7- (LUNES). Día de Grado en San Pelayo.

De 5.30 a 9.30 Noche

REPARTO DEL BOLLO 

6 Tarde

ACTUACIÓN DEL CORO ENSIDESA DE GIJÓN 

8 Tarde

ORQUESTAS

PLAYER´S

Y

MAGOS DE ESPAÑA

12 Noche

Verbena amenizada por las orquestas antes citadas, y fuegos artificiales durante toda la noche.

GLOSA

Viático para todas las añoranzas de Asturias es esta romería de San Pelayo, que evoca, con su nombre, las gloriosas gestas de tiempos pretéritos y la esperanza, siempre viva, de tiempos mejores.

En esta pradería se han “arrejuntado”-por así decirlo en lengua vernácula- el escenario y los bastidores de la tierra bien armada y entre ella podemos hacernos la ilusión de que revivimos la paz melancólica que hemos salvado milagrosamente entre los jirones de un mundo constantemente agredido por las pasiones que se albergan en los recovecos de las grandes ciudades.

Hay que aprovechar esta delicia; hay que paladear esta húmeda melancolía que nos convoca en la pradera de San Pelayo, sin otro objetivo que el de hacernos felices unas horas de esparcimiento fugaz, pero que, cual si de la recarga de una batería se tratase, nos revierte al organismo la savia necesaria para seguir viviendo con la esperanza de regresar al año siguiente con nuevos deseos de convivencia, de paz y de felicidad.

Los que hemos salvado las sierras empinadas y las llanuras resecas que nos separan de esta provechosa tranquilidad casi bucólica e impregnada de infinitas variedades de verde, sabemos-mejor que nadie donde están los jueces más idóneos para afirmarnos en la seguridad de que esta bendita tierra asturiana ha sabido capturarnos hasta su seno o, mejor aún-aunque sea inmodesto decirlo- hayamos sido dignos de ella.

Hay cuestiones que están fuera de toda discusión, como por ejemplo: la belleza de este paisaje inmarcesible.

Pero si la Naturaleza ha sabido comunicarnos su expresividad; si ha conseguido infiltrar en nuestra retina el variopinto esplendor de sus colores húmedos; si ha aportado a nuestro espíritu, la largueza de la idiosincrasia astur, sobre todo cuando la romería ofrece su cáliz de hermosura al crepúsculo del atardecer, habrá sido porque posee medios suficientes, y aún sobrados, para tal empresa.

Nosotros nos limitamos a ser unos modestos contempladores; quizá unos contempladores interesados. Pero nuestra vista se prende en la algarabía singular y en la luz, el encanto y la armonía de la fiesta alegre, enmarcada por los montes y los prados tan deliciosamente familiares como lo más entrañable de nuestra vida.

JOSÉ MARÍA BÁRCENA

Nota: José María Bárcena era un pintor natural de San Pelayo (Grado) que nos ha dejado. Descanse en Paz.


EL HÓRREO

Es un granero, lugar donde se recogen las cosechas, cámara algo elevada sostenida por pilares, y provista de agujeros de ventilación y de sistemas de protección contra los animales dañinos, construida con el fin de conservar las cosechas.

El área de distribución del hórreo se extiende por casi todo el norte, correspondiendo su mayor densidad en Asturias, siendo el hórreo gallego diferente al asturiano.

Componen el hórreo: el zócalo, que puede faltar si el suelo es plano, pero que en otros casos alcanza hasta tres metros de alto; el pie, que acostumbra a ser de piedra y formado por cuatro o más pilares; la ménsula, cuyo objeto es impedir el acceso de roedores, y el granero generalmente de madera cuyas tablas están colocadas de modo que permiten la ventilación del interior, pero que al mismo tiempo impiden la penetración de la lluvia.

El granero se accede mediante una escalera de piedra, construida fija, y algo separado de la cámara, a fin de que los roedores no puedan saltar. El techo es generalmente piramidal para los de planta cuadrada, y de dos aguas para los de planta rectangular. El pie, (llamado pegollo) mide aproximadamente un metro de alto.

Ricardo López Castañón

 

LA ESCANDA

Uno de los más tradicionales y antiguos cultivos de las tierras asturianas es el de la escanda, cereal de invierno que desde tiempos de los romanos, o acaso anteriormente, se viene sembrando en la región. Fue muy grande la importancia de la escanda en la economía campesina provincial hasta hace poco menos de un siglo, pero en la actualidad su área de siembra se ha reducido notablemente y solamente en algunas aldeas de la montaña en la zona central de Asturias se sigue cosechando pequeñas cantidades, como es el caso del concejo de Grado, donde todavía se cultiva este cereal.

Los terrenos pobres, poco abonados, de altitud media y acidez reducido, con buen drenaje, resultan apropiados. Si la siembra se hiciera en buena tierra y bien abonada, se produciría el vuelco por excesivo crecimiento de la planta. Cuando se utilizan terrenos de monte recién roturado los trabajos quedan reducidos casi exclusivamente a la siembra y los resultados suelen ser muy buenos.

Sin embargo el cultivo de la escanda resulta muy laborioso debido a que la recogida debe realizarse a mano y también porque el descascarillado exige unos molinos especiales o pisones. Todo queda compensado ampliamente por la calidad excepcional de la harina, acreditada como la mejor de las conocidas para la fabricación de pan. Un pan que contiene las mejores cualidades que a este alimento se le pueden atribuir. Nuestros antepasados acertaron a estimar en su justo valor el grano de la escanda, cuya harina era imprescindible para fabricar los roscones y bollos que habían de adornar el ramo en la fiesta mayor del pueblo. La actual generación tiene la obligación de redescubrir este cereal que siendo rústico y humilde por su origen, es aristocrático y valioso por su precio y por la calidad de su pan.

Los tiempos modernos han traído nuevas formas de vida arrasando viejas costumbres y echando por la borda cosas muy positivas. Debemos procurar que la escanda no se pierda en Asturias; hay mil motivos que justifican esta preocupación. Y son motivos tanto de índole científico como histórico y tradicional. También tendrían que ser conservados y potenciados los viejos molinos que fabrican una harina imposible de mejorar por los modernos y que además aprovechan una energía de costo cero, que lamentablemente hoy se pierde.

Deseamos un renacer de algunos cultivos tradicionales asturianos, sobre los que destaca la escanda, en beneficio de todos.

Fernando Gutiérrez

César García Santiago

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