Villa de Grado - Asturias - España

Moscón

 

rado y su oncejo

EDICATORIA de la edición de 1981
a reedición de este libro es el resultado de, por un lado, el interés de un pueblo por hacerlo, y por otro, el de una larga lista de instituciones y personas que, haciéndose eco de ese interés, ha permitido salvar todas las dificultades para lograrlo. A todas ellas, nuestro reconocimiento, y, en especial: a la Excma Diputación Provincial por la colaboración prestada para conseguir este objetivo desde hace tiempo esperado; a doña Julita, doña Pilar y doña Covadonga Fernández Miranda, por la cesión de los derechos de autor en favor del pueblo de Grado; y, por supuesto, a los trabajadores de la Imprenta Provincial por el esfuerzo que para ellos ha supuesto la realización de este trabajo.*

Grado, 30 de marzo de 1981

rólogo

Don Alvaro Fernández de Miranda del Llano Ponte y Vives nació en Oviedo el año 1855 y falleció en esta ciudad el 1924. Aunque el principio y el fin de su vida están en Oviedo, lo principal de ella está bien ligado a Grado, pues en esta villa se encuentran las raíces del tronco familiar y a ella dedicó lo que fue, sin duda, el principal fruto de su actividad Intelectual: este libro que prologamos.

Don Alvaro era hijo del general don Pablo Fernández de Miranda y Llano Ponte y doña Raimunda Vives y Amat, de origen catalán. El título nobiliario de Vizconde de Campo Grande procedía de su esposa Carmen Alvarez Tejera y Jove.

A causa de los diferentes destinos del general su padre, tuvo don Alvaro muchos cambios de residencia en su infancia y juventud, por lo que hizo sus estudios en lugares muy distintos, graduándose en Bachiller en Barcelona y de Licenciado en Derecho en la Universidad de Oviedo.

Con tempranas aficiones literarias comenzó a escribir en "La Voz de Asturias" y «Ecos del Nalón», usando en este periódico el pseudónimo de Lávaro anagrama de Alvaro. Acaso el ser escritor fue su primera aspiración pero el destino le llevó por otros caminos.

Al abandonar la Literatura se orientó hacia la política. Fue elegido diputado provincial, por el distrito Avilés-Pravia, para el cuatrienio 1891-1894; "cargo para el que demostró capacidad y celo administrativo, pero acaso su temperamento de hombre apacible, sin ambiciones y justiciero, no estaba hecho para ese ambiente...". (Constantino Suárez: Escritores y artistas asturianos. Tomo III, páginas 313 y siguientes.)

Es de advertir, sin embargo, que a pesar de su poca inclinación a la política, y del poco tiempo que a ella dedicó, algunas de sus ideas en este campo merecen destacarse por su Importancia y por su repercusión posterior. Fue un precursor, con muchos años de antelación, de un movimiento muy actual y muy extendido por todo el ámbito nacional: el regionalismo. Por causas históricas que aquí no interesan, Castilla impuso su dominio y su idioma, pero los asturianos nunca dejaron de amar con preferencia, frente a la llanura esteparia y monótona, sus bellos paisajes, sus imponentes montañas y su antiguo idioma: el bable. Por esto, un regionalismo latente existió siempre en nuestra tierra. Don Alvaro Fernández de Miranda, como buen asturiano, fue regionalista, y esto, unido a su gran personalidad, le llevó a la presidencia de la Liga regionalista Astur, cuando éste fundó en 1916.

Pero a través de actividades tan distintas se puede descubrir en don Alvaro una auténticamente profesional: la de historiador. Sus obras de esta especialidad son, en volumen, esta que prologamos y la Junta General del Principado de Asturias: Bosquejo histórico (Oviedo, 1916). Sin formar volumen: Guerras astúrico-cantábricas, en la «Revista de Asturías» (Oviedo, 1879, números 10, 11 y 13). Como referencia biográfica citaremos el trabajo anónimo: El Vizconde de Campo Grande, aparecido en el «BoIetín del Centro de Estudios Asturianos» (Oviedo, 1924).

Los escritos históricos de D. Alvaro Fernández de Miranda merecieron el mayor galardón que otorga la Real Academia de la Historia a un historiador no domiciliado en Madrid, pues en 1914 fue elegido académico correspondiente.

Esta obra que prologamos: Historia de una Comarca asturiana, Grado y su Concejo, es la más importante, sin duda alguna, que escribió su autor, y merece nuestra admiración por las dificultados especiales que presenta un trabajo de esta índole. Porque es mucho más fácil escribir la historia de una ciudad que la de una villa. En una ciudad hay archivos, historias de monumentos, guías turísticas, periódicos y revistas donde se halla toda la historia que se busca, pero en una villa no hay nada de esto; los únicos archivos que se conservan allí son el civil del Juzgado y el parroquial de la iglesia que bien poco o nada sirven para escribir la historia del lugar. Estas dificultades realzan, sin duda, mucho el mérito del autor de esta monografía.

La Historia de una comarca asturiana, Grado y su Concejo, tiene, aunque minúsculo, un antecedente. En el tomo III de la obra Asturias, dirigida por D. Fermín Canella y D. Octavio Bellmunt, el artículo Grado está escrito por D. Alvaro Fernández de Miranda. Este antecedente es, como decimos, minúsculo, pues lo que ocupa en aquella obra sólo una pocas líneas se extiende en ésta a cientos de páginas.

VALENTÍN ANDRÉS ALVAREZ

Continúa

"Historia de una Comarca asturiana, Grado y su Concejo" escrita por D. Alvaro Fernández Miranda y prologada por D. Valentín Andrés.

 

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