rólogo
Don
Alvaro Fernández de Miranda del Llano Ponte y Vives
nació en Oviedo el año 1855 y falleció en esta
ciudad el 1924. Aunque el principio y el fin de su vida están
en Oviedo, lo principal de ella está bien ligado a Grado,
pues en esta villa se encuentran las raíces del tronco familiar
y a ella dedicó lo que fue, sin duda, el principal fruto
de su actividad Intelectual: este libro que prologamos.
Don Alvaro era
hijo del general don Pablo
Fernández de Miranda y Llano Ponte y doña Raimunda
Vives y Amat, de origen catalán. El título nobiliario
de Vizconde de Campo Grande procedía de su esposa
Carmen Alvarez Tejera y Jove.
A causa de los
diferentes destinos del general su padre, tuvo don Alvaro muchos
cambios de residencia en su infancia y juventud, por lo que hizo
sus estudios en lugares muy distintos, graduándose en Bachiller
en Barcelona y de Licenciado en Derecho en la Universidad de Oviedo.
Con tempranas
aficiones literarias comenzó a escribir en "La Voz de
Asturias" y «Ecos del Nalón», usando en
este periódico el pseudónimo de Lávaro
anagrama de Alvaro. Acaso el ser escritor fue su primera aspiración
pero el destino le llevó por otros caminos.
Al abandonar
la Literatura se orientó hacia la política. Fue elegido
diputado provincial, por el distrito Avilés-Pravia, para
el cuatrienio 1891-1894; "cargo para el que demostró
capacidad y celo administrativo, pero acaso
su temperamento de hombre apacible, sin ambiciones y justiciero,
no estaba hecho para ese ambiente...". (Constantino Suárez:
Escritores y artistas asturianos. Tomo III, páginas 313 y
siguientes.)
Es de advertir, sin embargo,
que a pesar de su poca inclinación a la política,
y del poco tiempo que a ella dedicó, algunas de sus ideas
en este campo merecen destacarse por su Importancia y por su repercusión
posterior. Fue un precursor, con muchos años de antelación,
de un movimiento muy actual y muy extendido por todo el ámbito
nacional: el regionalismo. Por causas históricas
que aquí no interesan, Castilla impuso su dominio y su idioma,
pero los asturianos nunca dejaron de amar con preferencia, frente
a la llanura esteparia y monótona, sus bellos paisajes, sus
imponentes montañas y su antiguo idioma: el bable.
Por esto, un regionalismo latente existió siempre en nuestra
tierra. Don
Alvaro Fernández de Miranda, como buen asturiano, fue
regionalista, y esto, unido a su gran personalidad, le llevó
a la presidencia de la Liga regionalista Astur, cuando éste
fundó en 1916.
Pero a través
de actividades tan distintas se puede descubrir en don Alvaro una
auténticamente profesional: la de historiador. Sus
obras de esta especialidad son, en volumen, esta que prologamos
y la Junta General del Principado de Asturias: Bosquejo
histórico (Oviedo, 1916). Sin formar volumen: Guerras
astúrico-cantábricas, en la «Revista
de Asturías» (Oviedo, 1879, números 10,
11 y 13). Como referencia biográfica citaremos el trabajo
anónimo: El Vizconde de Campo Grande, aparecido en
el «BoIetín del Centro de Estudios Asturianos»
(Oviedo, 1924).
Los escritos históricos
de D. Alvaro Fernández de Miranda merecieron el mayor galardón
que otorga la Real Academia de la Historia a un historiador
no domiciliado en Madrid, pues en 1914 fue elegido académico
correspondiente.
Esta obra que prologamos:
Historia de una Comarca asturiana, Grado y su Concejo,
es la más importante, sin duda alguna, que escribió
su autor, y merece nuestra admiración por las dificultados
especiales que presenta un trabajo de esta índole. Porque
es mucho más fácil escribir la historia de una ciudad
que la de una villa. En una ciudad hay archivos, historias de monumentos,
guías turísticas, periódicos y revistas donde
se halla toda la historia que se busca, pero en una villa no hay
nada de esto; los únicos archivos que se conservan allí
son el civil del Juzgado y el parroquial de la iglesia
que bien poco o nada sirven para escribir la historia del lugar.
Estas dificultades realzan, sin duda, mucho el mérito del
autor de esta monografía.
La Historia
de una comarca asturiana, Grado y su Concejo, tiene,
aunque minúsculo, un antecedente. En el tomo III de la obra
Asturias, dirigida por D. Fermín Canella y D. Octavio
Bellmunt, el artículo Grado está escrito por
D. Alvaro Fernández de Miranda. Este antecedente es, como
decimos, minúsculo, pues lo que ocupa en aquella obra sólo
una pocas líneas se extiende en ésta a cientos de
páginas.
VALENTÍN
ANDRÉS ALVAREZ
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